martes, 15 de febrero de 2011

Resumen Primera Carta a los Corintios 15

Siempre mencionamos que necesitamos algún tipo de aparición de Dios para poder tener Fe o ser más creyentes, sin embargo Jesús y Dios, nos demuestra su amor y bondad en nuestros corazones, ya todos tenemos tantos testimonios o cosas que mencionamos, que no pueden ser reales, cuando era pequeño escuchaba decir que Dios movía montañas y siempre lo quise hacer, tener la suficiente Fe para mover una montaña, afortunadamente nunca quiso Dios que pudiera moverla; solo él sabe que desastre hubiese causado y eso en mi pequeña cabeza me hacía pensar que no tenía la suficiente FE. Pero el paso del tiempo y Dios con su gran Gloria me ha demostrado que la montaña más difícil de mover o escalar es el corazón del hombre, con su ayuda, se logran voluntades, en la cual solo él puede estar.

Por esa razón, al declararnos hijos de Dios, somos portadores de su palabra y anunciantes de la buena nueva, no solo con palabras si no con nuestras acciones, forma de vida, amigos, felicidad, actitudes, de esa manera mostramos que Dios está a nuestro lado y nunca nos a defraudar. Por qué tenemos que confiar lo suficiente en Dios, pero no solo pensando que nos va a sacar de nuestras penas o problemas, tenemos que confiar qué él es la verdad y la vida eterna, tenemos que confiar en que cuando nuestro cuerpo deje esta tierra estaremos a su lado o de lo contrario todo lo que realicemos en esta vida abra sido en vano y por lo tanto moriremos. Si Jesús nos hizo salvos en esta vida y nos dio felicidad, prosperidad, familia, tantas cosas; Pero cuantos de nosotros hemos pensado que somos los elegidos y somos merecedores de estar en el cielo junto a él, si nos quiso tanto en esta vida, porque no ha de hacerlo en la otra, cuando lleguemos al paraíso. Pero todos pensamos que tenemos muchos errores y dudamos que nos quiera a su lado en la otra vida.

Somos condenados por el primer hombre Adán y somos salvos por otro hombre Jesús resucitado venciendo la muerte. Pero la muerte esta tan segura de su victoria y por eso nos da toda una vida de ventaja, el verdadero aguijón de la muerte es el pecado y el pecado es un poco difícil de vencer, cuando la Fe no está muy bien cimentada; recuerdo algo muy cierto que me dijo mi padre: “cuando uno no tiene la suficiente voluntad para no pecar, es mejor ni escuchar al enemigo, porque de lo contrario caeremos”, de esta manera no valoraríamos a nuestro cuerpo; ¿En donde queda nuestra creencia hacia Dios?, ¿En donde quedar nuestra Fe?, si de igual manera seguimos pecando o escuchando al enemigo; Como dice en la escritura, “les digo esto, para que nos de vergüenza.”

No olvidemos nuestro cuerpo es la semilla con el poder dar el mejor fruto, pero para que esta semilla de la mejor cosecha, tiene que morir para germinar y mostrar qué tan bueno va a ser el fruto que nosotros mismos hemos cosechado:

La cosecha la logro describir de esta manera:

  • Nuestro cuerpo, es como la buena tierra fértil qué sirve para nutrir la semilla.
  • Nuestros actos, son el agua y aire que necesita para esta sana y fuerte.
  • Nuestros pensamientos, es como el sol que sirve para tener energía.

¿De qué manera nosotros alimentamos a nuestra semilla?, La respuesta está dentro de nuestros corazones.

Primera Carta a los Corintios 15

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